La araña y la mosca
Guti era una mosca muy atrevida. Le gustaba mucho hacer rabiar a la araña, que vivía apaciblemente en su tela.
-Araña, no sé para qué te empeñas en trabajar tanto. ¿Por qué no vienes conmigo a dar un paseo?
La araña miraba de reojo a la mosca y Guti se ponía a volar en todas las direcciones.
-¡Oh, qué pena! Tú no puedes volar. ¡Je, je, je!, decía Guti.
-¡Déjame en paz!, le contestaba la araña.
Un día un golpe de viento empujó a Guti y quedó atrapada en la tela de araña.
-¡Socorro!, gritó.
Y la araña miró de reojo a la mosca pensando en el banquete que le esperaba.

Comentarios
Publicar un comentario