LA BODA DE CENICIENTA
Cenicienta va a casarse y quiere que la boda sea muy sencilla.
Su ama de llaves, Prudence, no está de acuerdo y tiene una larga lista de cosas que hay que hacer.
-¡Antes de nada, nos ocuparemos del vestido!- dice Produnce mientras el sastre trae un vestido lleno de lazos.
-Parezco un pastel- suspira Cenicienta.
-¡Y ahora las flores!- dice Prudence, dándole un ramo de rosas enorme.
¡Pero una avispa sale del ramo y le pica en la nariz!
Prudence sale corriendo y Cenicienta se queda sola ocupándose de los preparativos.
-¡Ojalá estuviera aquí mi Hada Madrina!- exclama.
¡Y, de repente, aparece el hada!
Con su varita mágica y la ayuda de los ratoncitos, el hada prepara una enorme tarta nupcial. ¡Pero a Cenicienta le parece demasiado grande!
-Cenicienta preferiría una tarta más pequeña- dicen Jack y Gus al hada Madrina-.
No le gustan las cosas llamativas.
Siguiendo sus consejos, el hada madrina prepara una fiesta realmente mágica y un vestido blanco para Cenicienta. ¡Es sencillo y elegante como le gusta a ella!
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